martes, 18 de abril de 2017

Los tiempos cambian.

Me acuesto todas las noches escuchando a Cabral, sí, a Facundo, intercalo "El profeta de Jibrán", "No estás deprimido estás distraído" y "El libro de Juan Francisco", cada uno deja sabiduría pura para una mente tan austera como la mía, y es que oda mente lo es considerando todo el conocimiento que de una u otra forma ignoramos.

Con el tiempo ahora esto es lo que me apasiona, de lado han quedado mis noches de discoteca, mis noches de desenfreno, no voy a negar que extraño ese ritmo por momentos pero ahora ocupa un lugar secundario en mis preferencias.

Las noches chiclayanas han cambiado, no son las mismas desde hace mucho tiempo, se han vuelto noches frívolas, superfluas, lo que se mantiene es el desenfreno y eso es innegable, la tasa de jóvenes veinteañeras(os) al borde de perder la conciencia por el jagger, tequila, ron y en algunos casos otras sustancias se ha elevado.

Sin embargo esto no quiere decir que me haya vuelto un anticuado, ni que mi edad esté causando una ligera evolución en mi personalidad, aunque eso sí tendría sentido para que las noches de hoy en día en ciertos lugares no me sean tan placenteras, si lo analizamos, anteriormente las personas que me acompañaban durante esas noches eran amigos dentro y fuera de ese ambiente y estaban acompañados(as) por gente que cumplía dicha condición.

Ahora la persona con la que te tomas un "selfie" o le llamas "hermano(a)" no es nada más que un compañero de juergas y digo compañero porque en algunos casos te podrían dejar en el aire por una botella de whisky free, por un sello para el box, o aún peor por un cintillo, así que el título de amigo definitivamente queda grande.

Tú que estás leyendo esto piénsalo bien y razona por un segundo:

- ¿Crees qué esa persona que ahora llamas hermano(a) estará para ti un sábado por la noche en que el mundo cae sobre tu espalda y sólo necesitas unas frases de aliento para aligerar la carga?
- ¿Crees qué esa persona o personas estarán contigo un jueves de "privado" a la 1am listos para socorrerte en alguna emergencia de las cuáles sólo un amigo puede apoyarte?

Pues bien, si tu respuesta es sí, te felicito, estás en el entorno correcto y si tu respuesta es no, aún estás a tiempo, sé selectivo (a) al final la gente que realmente suma en tu vida es la que te hará crecer y de alguna manera aportará a esa evolución.

Salir no está mal y embriagarse pues soy el menos indicado para decirte que no es correcto, sigue haciéndolo (y llámame) si puedes y si te gusta, peo no pierdas la noción del entorno, de la gente que te rodea, luego llegará el momento en el que todo eso quedará en el pasado por lo tanto debes vivir de la mejor manera para gozar de un buen recuerdo que no será nada más que un conjunto de lecciones aprendidas en esta escuela que llamamos vida.


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